¿QUÉ ES LA ESTIMULACIÓN MULTISENSORIAL?
Como os hemos venido contando y mostrando a lo largo del último mes, hemos iniciado una nueva serie de terapias en Las Mimosas. En un post anterior explicábamos que dichas terapias denominadas “multisensoriales” van dirigidas especialmente a los residentes con demencia en estado moderado a severo y con componente conductual asociado (con alteraciones del comportamiento). Hoy explicamos un poco más detenidamente qué son estas terapias, en qué consisten y qué objetivo pretendemos conseguir a través de ellas.
La terapia multisensorial es un tipo de estimulación que va dirigida a los sentidos del individuo, trabajando la sensación, la percepción y lo sensorial y no tanto la “producción” como puede hacerlo una terapia de estimulación cognitiva más convencional. Una definición de estimulación multisensorial es:
“La estimulación multisensorial consiste en un amplio abanico de técnicas dirigidas a proporcionar todo un conjunto de sensaciones y estímulos específicos a personas con discapacidad (niños y adultos) y necesidades de apoyo generalizado. De esta manera, se les ofrecen estímulos sensoriales (visuales, auditivos, somáticos…) a los que no tendrían acceso por sus limitaciones y que permiten mejorar su calidad de vida. Resulta ser un instrumento adecuado, que aplicado correctamente puede mejorar las condiciones de vida y las posibilidades de desarrollo de las personas con discapacidad (así también en otros campos como la vejez, las demencias…)”. (Amposta, 2006).
En el centro estamos utilizando básicamente dos tipos de estimulación multisensorial, una activa (que requiere una reacción específica por parte de la persona) y otra pasiva, que sin necesidad de una respuesta por parte de la persona pretende generar varios tipos de “estados”.
En las terapias activas están incluidos los y las residentes que aun a pesar de estar sufriendo una demencia en estado moderado severo, aún pueden seguir pautas sencillas y concretas y diriger su atención, aunque sea por poco tiempo, a la tarea. En estos grupos, dirigidos por la Terapeuta Ocupacional (Ana) y por la Psicóloga (Pilar), se trabaja un sentido por sesión, y los asistentes tienen que realizar tareas sencillas que estimulan la percepción a través del sentido correspondiente.
Las sesiones de terapia pasiva se realizan en el salón de la planta psicogeriátrica. En unas sesiones se busca activar los sentidos y conectar a los asistentes con lo que sucede en su entorno. En otras sesiones lo que se busca es provocar un estado de relajación. Para ambas se combinan distintos elementos, auditivos, visuales y olorosos, que en función de sus características individuales y del conjunto generan un estado y otro (Activación vs relajación).
El objetivo con todas estas terapias es, como se indica más arriba en la definición ofrecida, mejorar la calidad de vida de los residentes que, por su patología, no pueden buscar por sí mismos ese nivel de bienestar ni expresar sus necesidades de forma explícita.
Actualmente y durante los próximos meses un trabajo importante, además de las sesiones que ya se están llevando a cabo desde hace un mes, está siendo la recogida de información para saber a qué residente le funciona cada tipo de terapia y quién se puede beneficiar de éste tipo de estimulación. Lo que funciona con una persona no tiene por qué funcionar necesariamente con otra y, orientando nuestro trabajo a la atención centrada en la persona, resulta de vital importancia adaptar las terapias y sesiones a las necesidades idiosincrásicas de cada residente, en la medida en que cada tipo de terapia lo permita.
Así, este trabajo está aún en fase de implantación, aunque esperamos estar ya mejorando la calidad de vida de nuestros residentes con deterioro cognitivo moderado a severo y sintomatología conductual asociada.